En
Colombia, el primer presidente elegido según el sistema democrático moderno fue
el conservador José Vicente Concha, en el año de 1914. Hasta 1930, el
sistema político no recibió mayores reformas para incentivar la participación
ciudadana. Con la llegada de la República Liberal (1930-1946), la democracia
planteada en la Constitución de 1886 se reformuló con la intención de
modernizar el sistema y expandir la participación de otros sectores de la
sociedad colombiana, como es el caso de los campesinos y los obreros.
Nuestra Constitución
Política de 1991 establece desde su primer artículo que Colombia es una
República democrática y participativa, está asumiendo el reto y el compromiso
de promover la participación ciudadana en todos los espacios de la vida social. A
través de toda una serie de herramientas consagradas en la
constitución y reguladas en las leyes nacionales, los colombianos podemos
entablar una relación directa con las autoridades públicas, dar a conocer
nuestras propuestas, presionar para que sean adoptadas, opinar sobre asuntos
públicos, exigir el cumplimiento de las normas, vigilar la conducta de los
dirigentes, tomar decisiones que nos afectan a todos o sancionar a los
gobernantes que actúan de forma equivocada, entre otras formas de participación.
Para ello, se han establecido una serie de mecanismos de participación que
tienen la naturaleza de un derecho político fundamental, atribuido a todo
ciudadano, con el objetivo de que cada uno pueda participar en la conformación,
ejercicio y control del poder político.
Desde 1958 hasta 1974, se reinstauró el
sistema democrático, pero controlado por el pacto del Frente Nacional,
efectuado entre los dos partidos mayoritarios (Liberal y Conservador). En el
pacto, representantes de ambos partidos acordaron la alternancia en el poder y
la división de los cargos burocráticos, con el objeto de frenar los
enfrentamientos violentos en el campo. Este período de la historia del país ha
sido muy cuestionado por considerarse que no se ejerció la democracia en todo
el sentido de la palabra. Sin embargo, al menos a nivel institucional
existieron los mecanismos para la participación de amplios sectores de la
población. Otros problemas efectivamente sí afectaron la participación política
y la consolidación de un sistema democrático fuerte y verdaderamente
representativo, por ejemplo, la burocratización de las instituciones estatales,
la férrea oposición de los partidos tradicionales a la organización de nuevos
partidos, las formas de política clientelista y la corrupción de varios sectores
de las élites dirigentes.
A partir de 1974 se
vuelve a elegir a los Presidentes mediante el uso del sufragio popular. Durante
los años 80 y 90, el sistema político recibe críticas de varios sectores de la
sociedad. Con la Asamblea Constituyente de 1991, el país reformuló el sistema
político y planteó una democracia representativa con varios mecanismos de
participación popular. Este tipo de organización aseguró el sostenimiento de un
sistema apoyado sobre tres ramas del poder público: la legislativa, la
ejecutiva y la judicial.
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